27.9.12

Zizek reinterpreta la película de Hitchcock, 'Vertigo'

Recopilación de vídeos de las cargas en Neptuno el #25S








Vídeo en el que un policía infiltrado es detenido por los antidisturbios y empieza con los gritos de: "¡Que soy compañero, coño!"



Policía recibiendo golpes



Vídeo resumen de las cargas



Cargas desde primera línea. En el minuto 05:34 un antidisturbios pierde los papeles de forma brutal



Galerías y recopilaciones de fotos:

profesorgeohistoria

Fotogracción

Fotomovimiento

Vladimir Nabokov analiza 'La Metamorfosis' de Kafka

Nabokov admiraba este libro hasta tal punto, que hizo una serie de anotaciones y dibujos durante su lectura. 
En 1989 dio una charla que después se convirtió en  un programa de televisión de 30 minutos llamado "The Metamorphosis - A Study: Nabokov on Kafka" (La Metamorfosis - Un estudio: Nabokov sobre Kafka"), que se puede ver aquí:

 

Vía: Open Culture

22.9.12

Vídeo: Kukutza: Crónica de 3 días de ocupación de un barrio

Un años después del desalojo de Kukutza, me encuentro con este vídeo que resume perfectamente la violencia policial que se vivió aquellos días. 



Para entender más sobre qué fue Kukutza y qué paso, aquellos días recopilé toda la información que encontré en un post que se puede leer aquí

20.9.12

Las lecturas políticas del periodista Pedro de Alzaga


Pedro de Alzaga es subdirector de cuartopoder.es. y fundador de iberoamerica.net. También puedes seguirle en su perfil de twitter: @palzaga

¿Crees que la literatura juega un papel importante a la hora de remover conciencias?

Sí, aunque cada vez menos. Además este papel de remover
conciencias está siendo ocupado -y a veces usurpado- por el ensayo político que está creciendo en Internet.

¿Por qué cree que hay que leer?

Porque leer nos sitúa en nuestro tiempo y, en cierto modo, nos
enfrenta a nosotros mismos, a lo que somos, de un modo muy
sutil y efectivo. Por si fuera poco, la lectura, es una gimnasia mental fabulosa, como proceso de interpretación constante de
esos símbolos llamados letras.

¿Cómo empezaste a leer libros con peso político? 

Empecé a leer ensayo, político y de otras temáticas, muy tarde, después de la universidad y cuando ya llevaba años trabajando. Me matriculé en Ciencias Políticas en la UNED y empecé a descubrir a los grandes de la política y la sociología. En cualquier caso, lamento comunicarte que me considero un completo ignorante en la materia.

A los jóvenes que comienzan a despertar, ¿qué lecturas les
recomendarías? ¿Por dónde empezar?

Creo que no les recomendaría autores, sino que les sugeriría el proceso contrario: que elijan un tema político de su interés y lean toda la bibliografía relacionada. Ese proceso, ese viaje para documentarse, es más importante que lo que se pueda aprender en él, y les ayudará a casarse con las ideas y no con los nombres. De entrada, creo que les propondría que empezaran con un tema que pareciera no relacionado con la política, como por ejemplo la guerra civil española o la segunda guerra mundial, pero que en el fondo mostrara muchos de los ideales y los conflictos sociales cuando mejor se ven, cuando se encuentran en los extremos de la política.

¿Qué autores y obras te parecen imprescindibles? 

No recomendaría ningún libro político. No recomendaría a Galeano ni a Chomsky ni a Klein ni a ninguno de los nombres que suenan actualmente como referentes supuestamente políticos. Si las personas a las que se los recomendara fueran como yo,
desconfiarían automáticamente de cualquier libro entregado con esa tarjeta de visita (a mí me recomendaban a Clausewitz y aGracián, y maldita la gracia). Tal vez, preferiría sugerir ensayos o novelas que muestren el modo de organizarse de las sociedades y la lucha de clases. A mí me interesa mucho la historia política de América Latina gracias a libros más periodísticos o sociales que políticos. Se me ocurre ahora mismo 'Muerte en el Pentagonito' de Ricardo Uceda, que trata sobre la guerra sucia entre Sendero Luminoso y el Estado peruano y que a través de un relato periodístico explica muy bien cómo unos ideales justos pueden retorcerse hasta el esperpento y cómo el poder llega a abusar del monopolio de la violencia para ejercer el terrorismo de Estado. Entre esos dos frentes hay un montón de personas e ideales legítimos que son triturados, y el relato es peligrosamente similar a lo que puede verse hoy en día en este mundo.

¿Qué libros tienes ahora mismo en tu mesilla de noche?

Ahora mismo estoy leyendo un libro de textos inéditos de Cortázar. Nadaque ver con la política (aunque con Cortázar esto es mucho asegurar).

¿Me recomendarías tres libros?

Te recomendaría lo que se adivina tras 'El manifiesto comunista', pese a tratarse de un texto un poco chapucero y apresurado. 'El político y el científico' de Max Weber. Y 'Elogio de la locura', de Erasmo de Rotterdam.

Entrevista a Durruti. Barcelona 24 de Julio de 1936

Anotaciones de Sylvia Plath en su copia de El Gran Gatsby


7.9.12

Las lecturas de Iñaki Soto, director del diario Gara


¿Crees que la literatura juega un papel importante a la hora de remover conciencias? 

La literatura, el cine, el teatro… la cultura en general te puede dar instrumentos para entender mejor el mundo y, en consecuencia, puede alimentar el deseo por cambiarlo. Cierta literatura te puede además dar pistas sobre cómo hacerlo –en mi opinión, conviene aceptar los dogmas justos, ni más ni menos–. Evidentemente, también te puede ayudar a sobrellevarlo o incluso a evadirte, algo que puede ser positivo si no te anula, si no te hace perder autonomía sino incrementarla.

¿Por qué crees que hay que leer? 

Para empezar porque la alternativa es no leer. Para seguir porque es la mejor manera de aprender a escribir. Y sobre todo porque te abre mundos a los que de otro modo no tendrías acceso, te enriquece como persona, te hace mejor. Además, es un placer. Todo lo dicho puede sonar tópico, pero no deja de ser cierto.
En clave más política, más allá de mi trabajo y sin ánimo corporativista, soy un gran defensor de la lectura de prensa. En nuestro caso concreto, el vasco, mi obsesión es hacer un periódico que alimente a aquellos que van a protagonizar el cambio político que se ha puesto en marcha en nuestro país, desde los líderes hasta las personas que con su trabajo diario o con su voto pueden hacer posible ese cambio. Por ejemplo, soy consciente de que los más jóvenes no dan el valor que dábamos nosotros a la prensa escrita, o como mínimo que la leen de manera distinta. Pero creo sinceramente que en este país –y esto sirve para el resto del mundo–, los líderes de dentro de diez, veinte o treinta años serán lectores habituales de prensa. Y si lees prensa acabas leyendo no solo literatura, sino hasta los prospectos de los champús.
Volviendo a tu pregunta, querría recordar también que, en las revoluciones del siglo XX, una de las obsesiones de los líderes de las mismas era la alfabetización. Por ejemplo, tengo compañeros que estuvieron en Nicaragua en esas campañas de alfabetización, y seguramente Cuba sea el mejor ejemplo de la riqueza que genera el valorar la cultura como un bien revolucionario.

¿Cómo empezaste a leer libros con peso político? ¿Con qué autores te estrenaste?

El instituto me marcó en varios aspectos, especialmente en el aspecto militante. Fue entonces cuando empecé a ser políticamente activo, a trabajar en diferentes organismos y a participar en luchas. Y también marcó mi futuro, dado que terminé estudiando Filosofía gracias al impulso de mi profesor de esa materia en el bachillerato. Ese fue mi auténtico bautismo. Recuerdo sobre todo a Sartre, a Nietzsche y a Russell. Y por supuesto a Marx.
En todo caso, mis primeros recuerdos de lectura están sobre todo asociados al periódico "Egin", la cabecera que compraban mis padres y con la que desayunábamos todos los días. Si tuviese que dar un momento clave en mi desarrollo como persona, probablemente sería la muerte de Josu Muguruza en Madrid. Yo tenía catorce años, era mi primer año en el instituto, y recuerdo muy claramente el impacto que eso tuvo en mis padres y cómo leímos aquella noticia antes de ir a clase. Si existe un momento concreto en el que la conciencia se despierta para mí fue ese; y está íntimamente asociado a la lectura del periódico.

¿Tienes algún primer libro o autor que te conmoviera entonces especialmente? 

Recuerdo especialmente "Madame Bovary" de Flaubert, "El idiota" de Dostoyevski, "Othelo" de Shakespeare y "Wilt" de Tom Sharpe. Como puede ver, no son precisamente ideólogos, pero en su literatura encontré cosas que me han marcado, ayudado, ilustrado… cosas importantes sobre temas relevantes tratados desde la literatura.
Ciñéndome al sentido que supongo contiene la pregunta, a esas edades tan difícil es entender a Marx como fácil es malentenderlo. Leí el "Manifiesto Comunista" repetidas veces y también "Las manos sucias", de Sartre. 
Con dieciocho años participé en una brigada internacionalista a Cuba, gracias al apoyo de mis padres. Antes y después de ir leí mucho sobre Fidel y el Che, y en general sobre la revolución cubana. También había estado en Nicaragua, y recomiendo "Canción de amor para los hombres", de Omar Cabezas.

A los jóvenes que comienzan a despertar, ¿qué lecturas les recomendarías? ¿Por dónde empezar? 

Creo que uno de los primeros libros que tiene que leer una persona adulta es "Sin noticias de Gurb", de Eduardo Mendoza. Es un libro inmejorable para todo aquel que quiera engancharse a la literatura, porque está muy bien escrito y es realmente divertido, además de ser muy fácil de leer. Cada persona es un mundo, pero creo que es más fácil que alguien que lee algo como ese libro acabe leyendo a Marx que al contrario, es decir, que partiendo de Marx se convierta en un gran lector. Como he dicho, esta norma no sirve para todo el mundo, pero creo que estadísticamente resulta pertinente.

¿Qué autores y obras te parecen imprescindibles? 

Para los euskaldunes el autor de referencia es Joxe Azurmendi, el escritor que más ha aportado al pensamiento en nuestro idioma. Su obra es inmensa en todos los sentidos y nunca le estaremos suficientemente agradecidos por su trabajo. Si tuviera que destacar un libro suyo sería "Demokratak eta biolentoak" (Demócratas y violentos), que no es quizá su mejor obra, pero captó un momento político clave de la últimas décadas en Euskal Herria y fue capaz de trascender más allá en su análisis a través de un pensamiento sólido.
En castellano destacaría a Eduardo Galeano, tanto por su prosa como por su mensaje anticolonialista, emancipador… También me fascina la manera de escribir que tienen los autores latinoamericanos en general y los argentinos en particular. Leerles es un auténtico placer.
En inglés me gusta especialmente Isaiah Berlin, autor con el que en general no comparto ideología, pero cuyo pensamiento filosófico me parece especialmente acertado. Su biografía de Marx, realizada tanto desde la discrepancia como desde el conocimiento profundo y la empatía, me parece un muy buen libro. Aunque, como he dicho, su obra más interesante me parece su pensamiento propio, especialmente sobre la pluralidad. Además escribe en un inglés asequible a mis limitaciones. Pese a esas limitaciones, intento leer en inglés, también literatura. Mis autores preferidos son Kureishi y Hornby, por citar tan solo a dos.

¿Podrías hacerme un breve recorrido por tu estantería de contenido político o filosófico? 

Tras terminar la carrera hice sobre todo Filosofía de la Ciencia y, más tarde, estudié la ética del nacionalismo. Por eso la mayoría de los libros de mi librería tienen esa temática y son sobre todo académicos. Una gran parte de mis libros contienen la palabra "nationalism" en el título. Es un tema apasionante, muy estudiado a nivel mundial, con grandes autores como David Miller, Eric Hobsbawm, Anthony D. Smith, Walker Connor… También están los clásicos de la filosofía, desde Aristóteles hasta Weber, pasando por Maquiavelo o Hume.

Por otro lado, tengo especial interés por los procesos políticos sudafricano e irlandés. Tengo algunos libros sobre los mismos. Y me atrae mucho el debate político e ideológico dentro del laborismo inglés, sobre todo para entender por qué perdieron la batalla quienes, como Ken Livingstone, defendían un proyecto realmente de izquierda y por qué la denominada tercera vía triunfó. En este último apartado, me fascina la manera en la que se zurran entre ellos a través de los libros, sin ningún tipo de compasión. Recientemente he leído "The New Machiavelli", de Jonathan Powell, un libro un tanto pretencioso pero muy interesante, especialmente para conocer cómo funciona el poder político en el mundo anglosajón. [Además el autor tiene un interés especial para nosotros, por tratarse de uno de los firmantes de la Declaración de Aiete].

¿Qué libros tienes ahora mismo en tu mesilla de noche?

Acabo de terminar de leer "El cielo es azul, la tierra blanca" de Hiromi Kawakami, una historia de amor que me ha gustado mucho. A raíz del caso del preso político Iosu Uribetxebarria estoy releyendo la biografía de Bobby Sands, de Denis O'Hearn, en inglés. Tengo pendiente "Nikolski", del autor quebequés Nicolas Dickner, que acaba de editar Txalaparta.

¿Me recomendarías tres libros?

Es difícil elegir, pero aun sabiendo que el ejercicio es un acto de parcialidad muy criticable, me voy a arriesgar: "Manifiesto nacionalista (o hasta separatista, si me apuran)", de Ulises Moulines; Entrevista con Isaiah Berlin de Jamin Rahanbegloo; "Qué hacer" de Lenin. Evidentemente, entre los citados anteriormente hay libros mejores y más referenciales, pero creo que estos forman una buena recomendación.

Iñaki Soto es director del diario Gara y puedes seguirle en su perfil de twitter: @gara_isoto

Mujeres en el ejército soviético: Lyudmila Pavlichenko


Francotiradora. Nacida en Belaya Tserkov (Ucrania) el 12 de julio de 1916, estudió Historia en la universidad de Kiev y trabajó en un arsenal soviético, donde pertenecía al club de tiro de dicha fábrica.
En junio de 1941, a sus 24 años, Alemania ataca la URSS y Pavlichenko se alista entre los voluntarios de la  primera ronda.
Parece que, debido a su porte más de modelo (alta, bella, peinada, uñas pintadas, ropa muy cuidada...) que de estudiante soviética, el oficial encargado del reclutamiento la miró con tal asombro que Ludmila tuvo que sacar el carné de tiradora experta y de militante del Partido para que la tomaran en serio. El oficial seguía tan asombrado con su presencia casi burguesa que le recomendó alistarse en la Unidad Médica, a lo que ella se negó. Al final fue admitida en el Ejercito Rojo, en concreto en la 25 División de Infantería, como tiradora experta.
Sus primeras dos victimas fueron en Belyayevka con un Moisin-Nagant con una mira P.E. 4. Luego en dos meses y medio cerca de Odessa se anoto 187 bajas. Cuando los alemanes tomaron control de Odessa, su unidad fue enviada a Sevastopol en la península de Crimea. Allí se dota de un SVT-40 para reemplazar su Moisin-Nagant. Para Mayo del 42, Pavlichenko ya tenía el rango de Teniente y 257 víctimas confirmadas. En junio es herida por un mortero y sacada de Sevastopol en un submarino para así evitar que fuese capturada. Después de recuperarse se dedicó a labores de propaganda y organización, y fue nombrada Héroe Nacional.
Al final de la guerra se había anotado 309 victimas confirmadas, incluyendo 36 francotiradores enemigos.


Se crearon dos sellos en su honor:

6.9.12

Fotografías de curiosas parejas

Tom Wolfe y Kurt Vonnegut

Dolly Parton y Keith Haring

Francis Bacon y William Burroughs

Nina Simone y James Baldwin

Jack Nocholson y Groucho Marx

Andy Warhol y Huhammad Ali

Patty Smith y William Burroughs

Robert De Niro y Martin Scorsese

Salvador Dalí y Man Ray

Ray Charles y Ronald Reagan

Buster Keaton y Samuel Beckett

Al Pacino y Christopher Walken

Robert De Niro y Joe Strummer

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