22 Enero 2003
11.3.10
El hombre ligero
He conocido a un hombre de personalidad arrolladora. Lleva camisas brillantes que descubren su largo y estilizado cuello. Sonríe enseñando un diente de oro que destella mientras guiña y camina. Tiene el pelo brillante y algo cano, y las manos finas con dedos largos. A veces se cubre con amplios abrigos, y se apoya en el paraguas que choca con las líneas de los pasos de cebra. Sus movimientos suenan. Su pasar huele dulce y frío. Las chicas le sonríen, algunas le saludan. Pero él nunca se para. Siempre camina hacia algún sitio. Por eso le he conocido. Porque es rápido, ligero, y siempre pasajero.
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