Tenemos que darnos prisa. Llegamos tarde a la boda y aún no estamos arreglados. Tenemos el dormitorio lleno de ropa tirada sobre la cama y el suelo, y por fin sabemos lo que llevaremos puesto. El se pondrá chaqué de invierno cuando termine de rellenarse el calzoncillo de calcetines, y yo un vestido rojo ajustado, con un escote que me junta las tetas y me las sube a la garganta.
13 Abril 2003
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