Llevo horas mirando hacia el cielo e insultado a dios con toda la ira acumulada de hace varias semanas. Sí, le estaba provocando. Esperaba una respuesta por su parte. Una respuesta tan clara y rotunda que consiguiera callarme. Y lo he conseguido. Pero no de viva voz, como yo quería. No ha sido un cara a cara entre él y yo. Sino que ha sido simplemente cuando he vuelto a casa y me he mirado al espejo.
1 comentario:
Siempre he sospechado que eras una diosa. Semidiosa como poco :-)
Publicar un comentario