He decidido destituirme. Aunque sea por una temporada. Una temporada larga. Lo suficientemente larga como para que me de tiempo a expropiar todos estos terrenos tan agotados que me rodean. Y montar una autopista. De esas grandes, de cuatro carriles en cada dirección, que den la vuelta a un enorme centro comercial de fachada de cristal. Cuyo interior sea una reproducción exacta de una isla caribeña construida a base de fibra óptica y PVC. Y cataratas por doquier. Y peces oxidados.
3 comentarios:
El norte lo pierdes...
De esto se trata, viendo el percal...
pos claro...
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