Porque están esas mañanas en que de pronto ves a alguien con quien no tienes casi relación, y de pronto sabes que soñaste con él. Que además fue un sueño erótico. Que fue bonito. Que disfrutaste. Y a lo mejor hoy le ves distinto, pero no lo suficiente como para que entre en tu cabeza. O esos sueños en que aparezco yo. Pero unas veces soy yo y otras no. O estoy en tu casa y de pronto no. Estoy en tu colegio. Y ya no soy yo. Es alguien de tu entorno. Y reparas en que viste como ella. Como tu chica. Pero tampoco es ella. Y ahora sí. Es ella. Y ahora no.
18 Enero 2003
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