Su amigo del cole, que se sentaba a su derecha en clase y eran íntimos porque nunca estaban de cuerdo en nada, se llamaba Mariano, y era de lo más raro. O eso decían, pero nunca supe muy bien por qué.
Mariano había nacido en la zona Norte. Esa parte de la ciudad que nadie conoce pero todos sabemos que tienen un acento, una forma de hablar de lo más raro. Zona Pinar de Chamartín, por ejemplo.
Los dos chavales fueron al mismo colegio pero cada uno, como pasa siempre, entendió las moralejas de las clases de historia, de forma diferente.
Así, mientras José Luis se dedicó a predicar una forma de vida diferente, una asociación de vecinos que se llamaba La Logia, Mariano... Mariano era tan popular que no aprovechaba el tiempo para nada. Tenía tantas ofertas: que si unirse a los escolapios, que si La Obra, que si Star Trek... que terminó jugándoselo todo a la misma carta y fundó un club de alterne que era una mezcla de todas esas cosas.
Fue un exitazo, claro. Y abrieron un blog colectivo, por supuesto. El Blo(g) Latinoamericano. La foto de cabecera era la de Bienvenido Mr. Marshall pero todo el pueblo con liguero y la bacaladera al rojo vivo. Todo era de lo más tierno.
16 Junio 2006
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