7.2.11
Como si se interrumpiera la vida
Han pasado muchos días sin tener trabajo. Y juntos, uno detrás de otro, han conseguido construir una monstruosa catedral de muchos meses de espanto. De mirar hacia dentro demasiado. De descubrir el miedo y de que éste se me agarre al pecho como un catarro mal curado. Hasta he aprendido a convivir con él, con esa garrapata a la que ya casi podría poner nombre. Porque cuando no es por una razón es otra, que ahí estoy yo para inventarme uno nuevo. A veces me da la sensación de que para los demás no ha sido tanto tiempo, para mí, es demasiado. Tantas madrugadas en las que paso de un plácido sueño a sentir que me ahogo, como si me hiciera de pronto efecto el veneno. Preocupada siempre por algo tan feo como es el dinero. Contando para mal, calculando en negativo, poniendo excusas para no salir, porque si lo hago me van a invitar a todo los amigos. Y para mendigar, ya me pido yo un poquito de estar bien para mí misma. Que mira que soy agarrada en ese sentido.
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