"Coetzee," según el escritor Rian Malan, "es un hombre de casi una actitud monacal respecto a su autodisciplina y dedicación. No bebe, no fumar y no come carne. Recorre grandes distancias en bicicleta para mantenerse en forma y pasa por lo menos una hora en su escritorio cada mañana, siete días a la semana. Un colega que ha trabajado con él durante más de una década afirma haberlo visto reír sólo una vez. Un conocido ha asistido a varias cenas en las que Coetzee ha pronunciado ni una sola palabra."
New Statesman, October 25, 1999
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