A veces te levantas más cansada que cuando te acostaste. Y hace un día precioso pero sólo piensas en meterte en la cama y que venga otro. No consigues que tu cabeza funcione, te pesa el día como si tu cerebro estuviera de resaca en un día de bochorno. Y cuando llega la hora de acostarse, se te ocurren mil cosas antes.
1 Junio 2004
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