12.3.10

shhhh

Cierra los ojos. Respira profundamente. Piensa en una playa desierta. Imagínate flotando en el mar. Relájate. El agua fría alivia la presión del calor del sol sobre tu cara. Tienes los oídos bajo el agua y escuchas las burbujas y el movimiento del mar. Estás muy tranquilo, flotando, con el cuerpo mojado, la mente quieta. A veces abres los ojos y miras hacia la playa. No hay nadie. Está desierta. Sólo tu ropa dibujando manchas de color. Lo demás es arena. Y lo demás azul. Sigue así. Relajado. Tu cuerpo se ha acostumbrado a la temperatura del agua. Tus manos se arrugan. Abres los ojos de nuevo. La playa está en calma. Tranquilo. Ahora vete despertando. Poco a poco. Muy lentamente. Sal de esa playa, de ese agua, y vuelve aquí. Quiero que me mires a los ojos. O mejor, déjalos cerrados. En esa playa, sobre el agua tranquila. Yo te vigilo desde aquí.

17 Mayo 2003

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