Un astronauta embauca al mundo entero con sus clases de cocina vía satélite. A través de internet podemos verle las 24 horas. El punto de cruz no se le da tan bien, pero necesita ocupar su tiempo ya que la nave conoce su rumbo y no requiere su ayuda para navegar. Así que pasa las horas construyendo edificios con cerillas, tocando la guitarra, ideando nuevos platos y haciendo encaje de bolillos. Hasta que la aguja de tejer lana se le cae sobre el control de mandos, la nave pierde el rumbo, y la conexión se llena de ruido arruinando la comida de todos los espectadores. Ese día, 12 millones de personas en el mundo comerán demasiado salado.
20.8.13
El astronauta
Un astronauta embauca al mundo entero con sus clases de cocina vía satélite. A través de internet podemos verle las 24 horas. El punto de cruz no se le da tan bien, pero necesita ocupar su tiempo ya que la nave conoce su rumbo y no requiere su ayuda para navegar. Así que pasa las horas construyendo edificios con cerillas, tocando la guitarra, ideando nuevos platos y haciendo encaje de bolillos. Hasta que la aguja de tejer lana se le cae sobre el control de mandos, la nave pierde el rumbo, y la conexión se llena de ruido arruinando la comida de todos los espectadores. Ese día, 12 millones de personas en el mundo comerán demasiado salado.
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2 comentarios:
Como ves, de vez en cuando me paso por aqui, y aunque no deje comentarios sobre lo que leo, está claro que me gusta, ya que si no, no volvería!! A! este me ha gustado mucho, mucho, en lo breve una obra de arte.
Mmmmmmmmmuacks!
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